viernes, 27 de enero de 2017

NO PASARAN.



Argentina suspendió todo tipo de importaciones de productos avícolas y aves vivas desde Chile.


Habra controles estrictos en la frontera.
 Entre las medidas del Senasa para prevenir el ingreso del virus a la Argentina, el Organismo suspendió todo tipo de importaciones de productos avícolas y de aves vivas provenientes del país vecino y está reforzando los controles de vehículos y personas en los pasos fronterizos con Chile. 
 
En la Argentina nunca se han detectado casos en aves domésticas industriales ni de traspatio. Ante el reporte de un foco de influenza aviar (IA) por parte del servicio sanitario de Chile y con el fin de evitar el ingreso del virus a la Argentina, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomienda a los productores, profesionales, técnicos y personas ligados a la avicultura cumplir estrictamente las medidas sanitarias de prevención establecidas. 
 
Nuestro país está reconocido como libre de la enfermedad. El jueves pasado, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile en su página web reportó un foco de influenza aviar en un plantel de pavos en la región de Valparaíso. Hasta el momento determinó que se trata de un virus de baja patogenicidad, que pertenece al subtipo H7 de declaración obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). 
 
A fin de eliminar el foco y erradicar la enfermedad, que puede afectar a especies avícolas tanto silvestres como domésticas, el SAG determinó el sacrificio y destrucción de 350.000 aves afectadas y el aislamiento de la zona con el fin de evitar la diseminación de la enfermedad en los planteles avícolas. A la vez, se está llevando a cabo un plan de vigilancia adicional con las aves susceptibles del sector. 
 
Cabe señalar que sólo las personas que trabajan en contacto directo con las aves tienen riesgo de contagio, cuando el virus presente es de alta patogenicidad. Además, el consumo de sus carnes y subproductos no reviste ningún peligro de transmisión para las personas. En este contexto, el Senasa solicita extremar las medidas de prevención a nivel nacional en las granjas, empresas y establecimientos avícolas, para evitar el ingreso del virus a la Argentina, donde nunca se detectaron casos en aves domésticas industriales ni de traspatio. 
 
Para ello, el Organismo recomienda fortalecer las medidas de bioseguridad en las granjas avícolas: reforzar los controles de ingreso a las mismas (minimizar visitas y presencia de extraños al establecimiento), impedir el ingreso de otros animales, instalar o controlar el correcto funcionamiento de pediluvios y rodaluvios con su respectivo desinfectante, controlar moscas y roedores, utilizar o instalar las compostas debidamente y no arrojar guano o aves muertas fuera de la granja. 
 
Asimismo, resulta fundamental evitar el contacto de gallinas y pollos con aves silvestres, con alambrados de malla antipájaro en las granjas de postura y reparar aquellos que lo necesiten. Además, es conveniente restringir los viajes y visitas a granjas avícolas de Chile por parte de profesionales ligados a la avicultura. En caso de que fueran imprescindibles, al regresar a la Argentina, se debe evitar el ingreso a las granjas al menos durante una semana. El Senasa suspendió todo tipo de importaciones de productos avícolas y de aves vivas provenientes de Chile y está reforzando los controles de vehículos y personas en los pasos fronterizos con dicho país. 
 
Es imprescindible notificar al Senasa cualquier caso de enfermedad detectada en las aves con signos compatibles con la influenza aviar o en caso de elevada mortandad no justificada o por otras causas. Esta enfermedad se encuentra incorporada al grupo de enfermedades a las que se refiere el Artículo 4° de la Ley N° 3959 de Policía sanitaria de los animales. Por lo tanto, son de aplicación para ella las regulaciones previstas en esa ley, entre las que se incluye la denuncia obligatoria, la interdicción preventiva ante la presencia de sospechas o casos de IA y la vigilancia epidemiológica. 
 
A nivel mundial, la industria avícola ha sufrido un fuerte impacto durante los últimos años debido a una gran cantidad de brotes del virus de influenza aviar de baja y alta patogenicidad, de los subtipos H5 y H7, que se han difundido en países de América del Norte y Central, Europa, África y Asia, constituyendo una amenaza tanto para las aves como para la salud pública. Cabe destacar que las aves migratorias juegan un papel muy importante en la distribución y el mantenimiento de los diferentes virus de influenza en la naturaleza. Estos virus generalmente ingresan a las aves comerciales como subtipos de baja patogenicidad, que luego pueden cambiar a formas altamente patógenas y producir la enfermedad. 

Fuente: AgriTotal

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