sábado, 16 de enero de 2016

PRIMERO FUE EL HUEVO: Huevos artificiales.



Aunque parezca difícil de creer, estamos muy cerca de la creación de huevos artificiales, es decir huevos que no provienen del proceso natural de la fecundación de gallo a una gallina.
Hasta ahora sabíamos que gracias a la descomposición de cuerpos orgánicos como azúcares o hidratos de carbono por la acción de hongos microscópicos unicelulares, se pueden obtener delicias como el pan o la cerveza. Pero en breve, el uso de las levaduras podría extenderse también a la producción de claras de huevo artificiales para consumo humano sin necesidad de que estas pasen por una gallina.

Las aves constituyen un alimento rico en proteína fundamental para nuestra dieta alimentaria. Además de ser un alimento de fácil digestión, constituye una parte imprescindible en la elaboración de infinidad de platos gastronómicos, ya sean dulces o salados. Además, sus propiedades aglutinantes hacen que sea una materia prima básica en la elaboración industrial de otros productos alimenticios tales como pasta, bollería, salsas o rellenos para repostería, entre otros.

Con los últimos avances en ingeniería alimentaria, los investigadores han encontrado en los organismos eucariotas de la levadura un aliado perfecto para la producción de claras de huevo para consumo humano con una vida útil más prolongada y con menos riesgos para la salud. La clave de este innovador método de producción de claras artificiales está en la albúmina, una proteína rica en azufre y soluble en agua que constituye el componente principal de la clara de huevo.

Clara Foods es la compañía alimentaria responsable de este innovador uso de levadura genéticamente modificada para la producción en masa de albúmina artificial. Con este avance alimenticio, la compañía espera satisfacer las demandas de aquellas empresas que dependen de un flujo constante de esta materia prima para la producción de alimentos y que han visto mermada su producción por los constantes brotes de gripe aviar en todo el mundo.

Una de las razones por las que los investigadores ensayaron nuevos métodos de producción de albúmina a partir de los microorganismos de las levaduras, tiene que ver con la seguridad alimentaria de los huevos de granja, ya que al no mediar ningún animal en todo el proceso se eliminan cualquier riesgo de transmisión de la salmonella.
Bueno o malo el futuro nos dará las respuestas, por el momento personalmente prefiero un sabroso y nutritivo huevo de patio, alimentado naturalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario