viernes, 8 de julio de 2016

OPORTUNIDAD HISTÓRICA ? / BONO POBLACIONAL.



                                             

             "oportunidad histórica"  


Generación Bicentenario
Según el Banco Mundial y expertos en demografía, ese "bono poblacional" es una ventaja para el desarrollo del país. El desafío de la educación

La Argentina cumplirá mañana 200 años de independencia con unaoportunidad histórica: una que no tiene que ver con altos precios decommodities ni con la supuesta llegada de inversiones. La oportunidad de la Argentina radica en los argentinos: no es demagogia patriotera sino el diagnóstico de los especialistas en demografía. El país transita el Bicentenario en medio de un “bono demográfico”: cuenta con unaproporción récord de población en edad de trabajar (de 20 a 64), y un porcentaje relativamente bajo de niños y ancianos, las dos franjas “dependientes”.
Con 200 años, Argentina es un país joven y, según los expertos, debe aprovechar la mayor fuerza de trabajo para desarrollarse. Hoy la proporción de jóvenes (de 20 a 39 años) triplica el porcentaje de mayores de 65. Esta oportunidad demográfica empezó para nuestro país en 1995 y, según las proyecciones, se extenderá hasta 2050, cuando la cantidad de ancianos se habrá duplicado y representará el 19,3% de la población (hoy rondan el 10%). Argentina enfrentará entonces un escenario similar al que vive hoy Europa: será una nación envejecida.
“El país debe aprovechar el bono demográfico para hacerse rico antes de hacerse viejo –plantea José María Fanelli, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad–. El bono demográfico es la etapa que precede al envejecimiento poblacional. Si la Argentina llega al envejecimiento sin haber aumentado su productividad, a nuestros hijos y nietos les será mucho más trabajoso mantener a los ancianos”.
Según la CEPAL, para poder aprovechar el “bono” es fundamental asegurar la inclusión escolar de calidad y el empleo calificado para los jóvenes, de modo que las nuevas generaciones estén más calificadas. Eso permitiría enfrentar mejor el escenario que viene a partir de 2050: un aumento exponencial de los costos por elincremento de la cantidad de jubilados y la prolongación de la expectativa de vida.
“Hasta ahora, las experiencias de envejecimiento son de países industrializados, como Japón y Europa occidental, que se hicieron ricos antes de envejecer. El desafío para Argentina es aumentar los niveles de riqueza antes que aumente la proporción de adultos mayores”, plantea Pablo Comelatto, investigador del Centro de Estudios de Población. Y añade: “La expansión y mejora de la educación debería ser prioritaria, junto con el fomento del ahorro y la inversión en infraestructura, cruciales para aumentar el capital físico del país”.
Ana Miranda, investigadora de Flacso y Conicet, subraya que en estos años es imprescindible “sostener una inversión fuerte en niñez, adolescencia y juventud”. Miranda destaca algunos avances de la última década, como el mayor acceso al sistema educativo, los programas materno-infantiles, la Asignación Universal por Hijo y el Plan Progresar. “En 10 años deberíamos ver buenos resultados de estas inversiones”, plantea la especialista, y aboga por “políticas integrales para la juventud, con una visión afirmativa de los jóvenes”.
La pirámide demográfica ofrece una ventaja que no se traduce en beneficios automáticos. Para que esta no sea otra oportunidad perdida, los expertos coinciden en que hace falta dejar de lado el cortoplacismo. “El debate de políticas públicas en Argentina no ha centrado su atención en el envejecimiento. En general, las dinámicas económicas de corto plazo suelen determinar las políticas en forma más importante que las tendencias demográficas”, analiza Rafael Rofman, especialista del Banco Mundial. Rofman reconoce en los últimos 20 años se avanzó en la expansión de la cobertura en salud y educación. Ahora el desafío es “focalizar el esfuerzo futuro en mejorar la calidad de estos servicios, para que los beneficios sean sostenibles en el tiempo”.
Un país con educación de calidad para todos, con trabajo para los jóvenes, con los esfuerzos más enfocados en ahorrar y no tanto en consumir. Esas parecen ser las bases para aprovechar el bono demográfico: tal vez el Bicentenario sea la bisagra para empezar a pensar en serio el futuro; para que la Argentina sea, por fin, un país desarrollado e independiente.

Fuente Clarin.

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