miércoles, 14 de octubre de 2015

DULCE NOBLEZA :Recomendaciones para elegir e introducir una nueva reina.


Antes de introducir una nueva reina en una colmena, hay que sacar a las obreras acompañantes de la jaula, para evitar la agresión de las abejas de la colonia receptora. La jaula debe colocarse entre dos bastidores del centro del nido de cría, con la malla mirando hacia arriba y ligeramente inclinada, con el candy más hacia el interior de la cámara de cría. Las abejas de la colmena liberarán a la nueva reina en dos a cinco días (comiéndose y haciendo un túnel a través del candy), al cabo de los cuales la reconocen como suya y la aceptan en la mayoría de las ocasiones (70-90% de las ocasiones). Las colonias que reciban reinas nuevas, deberán ser alimentadas con jarabe y ser revisadas nuevamente en un lapso de 10 a 20 días, para verificar que la reina haya sido aceptada y esté poniendo, o bien para reintroducir otra reina, o dejar las celdas reales que las abejas hayan construido, en caso de que la reina no haya sido aceptada.

Introducción de celdas reales

La celda debe colocarse sujeta entre dos panales del centro de la colmena, de preferencia en el medio de los mismos. Pueden usarse dos celdas reales para asegurar que por lo menos una de las reinas emerja. Cambiar reinas con celdas reales puede ser muy económico y sin duda la aceptación será mayor que con reinas enjauladas. Sin embargo, es de suma importancia recalcar que si las celdas no se manejan correctamente, se correrá el riesgo de quedarnos con muchas colonias huérfanas y debilitadas.

Como comprar buenas reinas

Para el apicultor que adquiere reinas de un criador es muy difícil poder determinar si la calidad de éstas es verdaderamente tan buena como le asegura el vendedor. Diferentes criadores de reinas se refieren a los factores que son indicadores de las buenas soberanas y explican cómo se debe efectuar el traslado y la introducción en la colmena para obtener buenos resultados.

“La calidad de la reina encierra en si, prácticamente, toda la vida de la colmena”, afirma Manuel Oksman en su libro Lecciones de Apicultura. Cuando el apicultor selecciona reinas de su mismo apiario o las compra a un criador está decidiendo el destino de varias de sus colonias y en consecuencia de su producción total. El buen trabajo de una soberana es uno de los principales engranajes de una buena productividad el apicultor puede optar por dejar que la propia colmena desarrolle sus reinas –cosa que muchos expertos no recomiendan – producirlas él mismo o comprarlas. Quienes no quieren dedicar esfuerzos ni tiempo se inclinan por adquirirlas de los criadores que tanto se han multiplicado sobre todo en los últimos años.

En primavera muchos introducirán madres en sus colonias ya sea porque cambian una vieja por otra nueva o porque multiplican sus apiarios. Si decide comprarla, ¿cómo saber que la mercadería es realmente buena? ¿Cómo evaluar una reina en una pequeña cajita que cuenta con la compañía de unas pocas abejas y a la que no se la ve trabajar? ¿Cómo saber si la reina que a uno le venden como fecundada no es virgen? Si bien cuando se adquiere un núcleo no se tiene el cien por ciento de garantías. Cuando se compra la soberana sola la situación es más riesgosa y más aún si el apicultor no es avezado; a simple vista no se puede evaluar elementos tan importantes como la sanidad, la postura y la mansedumbre.

Sin embargo hay algunos factores externos que indican al menos parcialmente si es de buena calidad o no tanto.

Tamaño, movimiento y vellosidad

Varios criadores de reina  dicen que la diferencia fundamental entre una reina virgen y una fecundada es que el tamaño de la primera es más pequeño que el de la segunda, que la virgen es mucho más  inquieta y tiene más vellosidad. Sin embargo, hay varios factores que se tornan muy relativos. Una virgen tendrá más pelos que una fecundada pero hay que tener en cuenta que una reducida cantidad de vellos es señal de que es vieja. En cuanto a la fecha que el apicultor ya tendría que tener la nueva reina en su domicilio para introducirla en la colmena que se prepara para la temporada, se considera que lo ideal sería que esté 45 días previos a la cosecha como para que se produzcan dos recambios de abejas, y así ya se puede empezar a evaluarla. Una vez que el apicultor ya tiene las nuevas madres debe introducirlas en la colmena lo antes posible. En caso de no poder hacerlo por diversas circunstancias, como malas condiciones climáticas, hay que ponerles unas gotitas de agua, con el cuidado de no excederse en la cantidad para no arruinar el candy. El ambiente donde permanezcan transitoriamente debe tener una temperatura entre 35 y 37 grados aproximadamente.

Lo ideal es ir al criadero

Si a un apicultor le pretenden vender una reina que ya tiene un año, se la puede distinguir porque está un poquito lustrosa, ha perdido vello del abdomen y las alas pueden estar un poquito comidas. En el caso de una reina hija de italiana tendrá que ser bien amarilla y de buen tamaño. Lo ideal es ir al criadero y ver cómo se trabaja allí; si el apicultor es novato puede requerir la opinión de uno más experimentado o un perito quien lo va a poder orientar.

Buscar la raza adecuada

Una reina muy lenta, brillante, porque tiene poco vello, con las alas un tanto deshilachadas, que ha perdido sus miembros y tiene reducida su sensibilidad son algunos elementos que permiten deducir que estamos ante la presencia de una reina de más de dos años. Estas características no sólo sirven para la instancia de comprar una reina, también son indicadores de la necesidad de un recambio. Aunque la raza italiana es la preferida el apicultor tendría que elegir la especie según la producción a la que apunta. Por ejemplo: En los lugares donde se obtiene propóleos es adecuada la caucásica ya que es buena propolizadora. En cuanto a la miel, la abeja italiana es la que más se ha trabajado, por la adaptación a las características climáticas. En las zonas frías, de inviernos crudos y largos la abeja que mejor funciona es la carniola.

Para obtener una aceptación superior al 95 por ciento las colonias donde se introducirá la nueva reina deben tener una orfandad de por lo menos 24 horas; por lo tanto cuando llega la nueva soberana, ya habrá que tener revisados los núcleos, los paquetes o haber matado las reinas viejas de las colmenas a las que se les hará el recambio.

En caso que las nuevas madres no se introduzcan inmediatamente deben mantenerse a temperatura ambiente ya que asemeja el hábitat de la colmena. Si hace mucho frío las abejas van a tender a consumir mucho más rápido el candy y si el calor es elevado las reinas podrían morir sofocadas.

Para el traslado del domicilio del apicultor al campo es aconsejable aprovisionarlas de una gota de agua sobre el tejido de la jaulita. Una vez que la reina se introdujo en la colonia, como ya vimos no se deberá molestar la colmena por lo menos durante 5 ó 7 días; pasado este tiempo hay que revisarla y constatar si la postura es pareja y eficiente.

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