lunes, 17 de abril de 2017

LA GRIETA DEL MALBEC.






La grieta que separa al Malbec: ¿de zona fría o cálida?


Que el Malbec ofrece en argentina un panorama diverso es difícil de negar. Hay muchos terruños, diversos tipos de suelos y configuraciones específicas de terroir que alientan al consumidor a buscar dentro de su variedad favorita la multiplicidad de sabores que ofrece el mundo del vino.

Pero como en todo laberinto, hallar la puerta indicada es un desafío. Y mientras cada bodega puja por hacer del suyo el vino diferente, por construir el argumento más convincente y por ofrecer el alfa y el omega en materia de Malbec, una cosa va quedando clara: los consumidores, salvo los más avezados, se pierden en el laberinto.

Hay una manera, sin embargo, de agruparlos para que sea simple. Y, muy a la argentina, muy a la forma nuestra de ser camiseteros –Boca vs. River, peronistas y antiperonistas, medialunas de grasa o de manteca– también en el Malbec se establece una grieta que divide el mundo de los tintos. Por suerte para los bebedores, y por los mismos motivos que en otros ámbitos, esa grieta ubica fácilmente a las facciones aunque esconde algunas de las sutilezas.

La grieta es térmica
Lo que alimenta la división en el universo del Malbec es la temperatura de los terruños. Algo, claro, que el consumidor no sabe a menos que esté ligeramente informado. Porque en nuestro medio existen Malbec de zonas frías y Malbec de zonas cálidas. Es verdad que hay otros más templados, pero para poder entender la diferencia hay que tensar de la cuerda.

La razón es simple: la variedad se ha demostrado muy sensible, en términos de gusto y complexión de vino, a cambios de temperatura entre regiones. Es decir, por ejemplo, que entre una zona como el alto Valle de Uco –a unos 1450 metros sobre el mar– y una zona como Maipú –a 800 metros de máxima– el vino resultante será completamente diferente. Y si la altura es un índice, en rigor, lo que nos dice es que allá arriba hace más frío que allá abajo.

Ergo, la gran división no es la altura, sino la temperatura de cada región. Recordemos un viejo adagio: en un punto del mapa, por cada 150 metros lineales de ascenso, la temperatura descenderá 1ºC. Si la diferencia es de 600 metros de altura, hay 4ºC de salto. Y eso hace la diferencia. ¿Por qué?

Malbec de zona fría

Los Malbec de zonas frías, por estar sujetos a una condición de estrés, donde la planta trabaja menos horas porque su metabolismo precisa del calor para producir todos los compuestos que hacen rico al vino, ofrece un tipo de Malbec particular. ¿Cómo son? De aromática frutal y herbal –por ejemplo, recuerdan a hierbas de campo, además de las ciruelas–,lo más importante se percibe en el paladar: flacos, de taninos firmes y frescura elevada.

Si el rasgo es exagerado, es decir, si provienen de una zona muy fría, por arriba de los 2500 metros en Salta o 1300 metros en Mendoza o cerca del océano o muy al sur, se intensifica el carácter nervioso y, que resulte o no un gran vino, dependerá especialmente de haber hallado el suelo justo para que la biología de la planta gane esos grados que pierde en clima. Por ejemplo: que el suelo no retenga agua, que se caliente rápido, que ofrezca menos nutrientes. Y así.

El truco es que hoy hay unas 15 mil hectáreas en este tipo de climas.

Malbec de zona caliente

En contrapartida, los Malbec de zonas templadas a calientes, ofrecen un perfil distinto. La razón hay que buscarla en que, durante el período de crecimiento de las uvas, las plantas están sometidas a temperaturas elevadas y el metabolismo de la vid produce gran cantidad de sustancias con amabilidad, con menos influencia del suelo. ¿Cómo son? De aromática frutal y especiada, que recuerda a mermelada de ciruelas o chutneys, al paladar son amplios, voluminosos y con taninos mullidos.

El asunto está en que este tipo de Malbec es el que dominó la góndola desde la década de 1990, potenciado por un trabajo de madurez tardía. Luján de Cuyo, Maipú, El Chañar, Cafayate, por ejemplo, son las zonas de este tipo. Y es, de paso, el modelo de Malbec que le dio fama en el mundo. Para que nos quede claro, hoy representa unas 25 mil hectáreas. Es decir, 2 de cada 3 hectáreas. Traducido en gusto, resulta el trazo dominante.

¿Significa esto que no hay espacio en la grieta para otros vinos? Falso. Los hay. Pero si organizamos la góndola para que el consumidor entienda qué clase de Malbec beberá cuando compra, es clave tener esta grieta en la cabeza. Con matices, entenderá cada uno de los vinos que beba.

El rol de la madera

De zonas frías o calientes, es decir, apretados o amplios, jugoso o mullidos, el roble ocupa el mismo lugar en ambas regiones. Para comprar vinos que tengan ese trazo, lo idea es buscar etiquetas que digan Roble, Reserva o Gran Reserva. Y así, al modelo de vino a cada lado de la grieta del Malbec, se le puede sumar un matiz extra para comprar la botella que pide la boca

Fuente:Vinomanos.

GALPON PARA TODOS.



2017-04-11
Más empresas agroindustriales podrán acceder al financiamiento de "Mi Galpón"
Con el objetivo de fomentar la incorporación de tecnología y el mejoramiento de instalaciones que incrementen la competitividad en las cadenas agroalimentarias, nuevos sectores productivos tendrán acceso a la herramienta financiera.
El Ministerio de Agroindustria y el Ministerio de Producción de la Nación, a través de la Secretaría de Agregado de Valor y la Subsecretaría de Financiamiento de la Producción, respectivamente, extendieron el plazo para incluir en la línea de financiamiento "Mi Galpón" del Banco de la Nación Argentina, a las empresas agroindustriales dedicadas a la cría de ganado porcino (excepto la realizada en cabañas); la cría de aves de corral, y los servicios de postcosecha de frutas y hortalizas (acondicionamiento y empaque).

La renovación rige para el año 2017 y actualiza las condiciones de la línea, continuando con la bonificación de tasa que realiza el Ministerio de Producción.

Hasta el momento se han presentado más de 80 solicitudes, provenientes en su mayoría de productores avícolas y porcinos, por un monto total de inversión estimado en 400 millones de pesos ($ 400.000.000).

Detalles Mi Galpón
Los destinatarios son las micro, pequeñas y medianas empresas, bajo cualquier forma societaria o unipersonal.

El monto máximo bonificable de los créditos, se elevó hasta la suma treinta y cinco millones de pesos ($ 35.000.000) con un plazo de hasta 60 meses y un período de gracia -sólo para el capital-, de hasta 6 meses incluido en el plazo total de la operación. Para proyectos de hasta 3 años de plazo, se aplicará una tasa de interés del 17% tasa nominal anual (TNA) fija. Para los proyectos superiores a ese plazo, los primeros 3 años se aplicará una tasa de interés del 18% TNA fija; luego regirá la Tasa Activa Cartera General (TACG) hoy ubicada en el 24%), con las oscilaciones que presente a través del tiempo.

En todos los casos de proyectos elegibles, obtendrán cuatro (4) puntos porcentuales de bonificación general a cargo del Ministerio de Producción, asimismo se podrán adicionar dos (2) puntos más de bonificación en concepto de inclusión financiera o proyectos a desarrollarse en las provincias del Plan Belgrano. El plazo de bonificación es solamente para los 3 (tres) primeros años del proyecto.

¿Cómo acceder al financiamiento?
Las empresas interesadas en acceder a la línea, deberán presentar ante la entidad financiera -Banco de la Nación Argentina-: Certificado de Acreditación de la condición de Micro, Pequeña o Mediana Empresa (Formulario N° 1273 de la categorización como MiPyMe) y la nota de elegibilidad técnico productiva emitida por la Secretaría de Agregado de Valor, a partir de la aprobación de las áreas técnicas específicas del Ministerio de Agroindustria, las Subsecretarías de Ganadería y Agricultura.

Para más información comunicarse vía mail o teléfono a:
proyectosagroalimentarios@magyp.gob.ar o teléfono: 0800 - 555 - 3462
También en la página Web: http://www.agroindustria.gob.ar/sitio/areas/ss_alimentos_y_bebidas/mi_galpon/

Para acceder a la solicitud de financiamiento enviar un correo electronico a: 
finagro@magyp.gob.ar

jueves, 13 de abril de 2017

LAS GALLINAS FUSILADAS DEL INTA PERGAMINO.




En 1959 Sigfrido Kraft, ingeniero agrónomo, hijo de campesinos y criador de aves, recibió una beca del INTA para estudiar en EE.UU. lo que nadie quería hacer: nutrición aviar. “No tenía muchas opciones, necesitaba comer y acepté”, dijo Kraft en una entrevista hecha por la historiadora de la ciencia Cecilia Gárgano en el año 2013.

A pesar del plan que sujetaba la creación del INTA a la promoción de la Revolución verde de un incipiente agronegocio, hasta antes de la dictadura de 1976 los textos científico-sociológicos que circulaban en INTA tenían un sujeto de estudio e intervención: el productor rural, el chacarero, el latifundista.

Luego de terminar sus estudios, Kraft comenzó a buscar la forma de mejorar el estilo de vida de las comunidades rurales del chaco semiárido, con la mayoría hacheros y campesinos con raíces originarias.

Así, en un enfoque que hoy denominaríamos como ecológico, Kraft estuvo vinculado a investigar y experimentar sobre alimentación en gallinas ponedoras en INTA Pergamino.

Buscando reemplazar la alimentación tradicional, el grupo comenzó a experimentar con nuevos alimentos hasta entonces no utilizados con esos fines. A la novedosa experimentación en alimentación (que buscaba reemplazar el balanceado comercial por elementos disponibles en ambientes geográficos locales), el equipo sumó también investigaciones dirigidas a obtener una alta resistencia a las enfermedades más habituales, y así lograr aves reproductoras que se adaptaran a ambientes habitados por población de bajos recursos y graves problemas nutricionales.

Su plan era seleccionar para generar una variedad de gallinas que pudiera sobrevivir y posteriormente producir comiendo solo los alimentos que difícilmente algún otro ser vivo pudiera utilizar sin la necesidad de insumos veterinarios costosos.

El trabajo de genética nutricional comenzó en 1959. El objetivo era utilizar (despertar) genes dormidos “latentes” para generar una raza adaptada a las condiciones extremas de alimentación con granos no tradicionales. Las gallinas fueron alimentadas con semillas de algodón y sorgo antipájaro. La semilla de algodón posee un 50 % de proteína pero, al mismo tiempo y en altas cantidades, posee un principio tóxico denominado gosipol, un polifenol con efectos directos de infertilidad, fatiga, anemia y pérdida de peso. El sorgo posee una gran cantidad de taninos, lo que le confiere una baja palatabilidad y un efecto antinutricional directo, al unirse a proteínas impidiendo su correcta digestión.

El consumo de estos alimentos inicialmente promovía un 80 % de dificultad en el crecimiento y un 20 % de desarrollo normal en las aves. Luego de seis años la ecuación se había invertido logrando, no solo una mayor supervivencia, sino también un adecuado crecimiento y postura utilizando unos alimentos ampliamente disponibles en la zona y muy económicos.

“Sos un mal ejemplo, porque si vos lo haces otros lo van a hacer también”, le dijeron a Kraft los importadores. “Es una cuestión de independencia. Cualquiera que esté en posesión de algo sensible como es la producción de alimentos, cualquiera que desarrolle eso, tiene en sus manos un arma. Siempre y cuando la sepa usar bien, usándola a favor del desarrollo”, manifestó Kraft.

No sólo se buscaban ejemplares que pudiesen tolerar la alimentación, también buscaban mejorar la resistencia a la coccidiosis, una grave enfermedad parasitaria de las aves. “Nosotros teníamos un lema: la que se enfermó, se jodió. Cuando varias se enferman y una sobrevive…”, Kraft seleccionaba ese individuo y su genética de resistencia.

Con esto llegó a constituir una línea genética que amenazaba los negocios de las grandes compañías, los fabricantes de alimentos balanceados y farmacéuticos. A Sigfrido Kraft lo dejaron cesante, como a otros 800 trabajadores de INTA.

Habían pasado sólo dos días desde el 24 de marzo de 1976 cuando la Armada intervino el predio. Kraft fue a hablar con las autoridades militares en Buenos Aires. Les dijo que hicieran con él lo que quisieran, pero pidió que no tocaran a las gallinas. No lo escucharon y mandaron un pelotón que entró al galpón donde había miles de gallinas. Mataron a la mayoría de los 1200 animales seleccionados. De esta forma bloqueaban la posibilidad de que los pobladores contaran con una fuente alimentaria segura y accesible, lo que hubiese constituido un paso hacia la soberanía alimentaria.

Las gallinas adaptadas, obtenidas luego de muchos años de búsqueda de ejemplares exóticos, de cruzamiento, selección, desafíos y reproducción de cientos de generaciones, fueron destinadas a ser comida para los pergaminenses.

Fuente :laizquierdadiario.

miércoles, 12 de abril de 2017

CERVECEROS/ACTIVIDAD CRIMINAL.




   

Heineken y Carlsberg patentan la cebada.


Patentar la vida, es algo inmoral pero no ilegal según donde, desde hace décadas países donde los intereses financieros valen más que la vida de sus habitantes permiten que las empresas patenten lo que les venga en gana, cualquier planta así no la hallan ni tocado la pueden patentar.

En la Unión Europea hasta el momento parecía que la moral estaba por encima de los intereses empresariales, pero en el pasado año los gigantes de la cerveza Heineken y Carlsberg patentaron lo que hasta entonces era impensable en Europa.

Que es una patente y porque no se debe patentar la vida

La patente es un registro de una propiedad intelectual sobre un invención, obra, investigación o similar, dando derechos de exclusividad a quien lo patenta.

Empresas como Heineken y Carlsberg pueden patentar sus procesos para hacer cerveza, pueden patentar si modificarán la levadura y obtienen una cepa propia, pero no puede como lo han hecho por ejemplo patentar la cebada que ha estado desde hace milenios en los campos europeos.

Las patentes, EP2384110 y EP2373154, les fueron concedidas por la Oficina Europea de Patentes (OEP) en el pasado año 2016. En estas patentes se incluyen las plantas de cebada derivadas del cultivo convencional, su uso en la elaboración de la cerveza y la cerveza obtenida a partir de este proceso.

Es bastante claro que estas patentes violan la ley de patentes, donde se prohíbe las patentes sobre el cultivo convencional. De Hecho recientemente la Comisión de la UE rectifico que el cultivo convencional, así como las plantas y animales obtenidos por el uso del mismo, no pueden, ni deben ser patentados.

Patentar esta cebada es violar el derecho de millones a cultivar y usar la misma.

Es por esto que un buen grupo de activistas sobre todo en Alemania y Austria han interpuesto recursos legales para que se aclare y se anulen estas patentes.

“Ahora necesitamos seguridad jurídica. Carlsberg y Heineken están tratando de mejorar su posición en el mercado en detrimento de los consumidores, los agricultores y otras cervecerías”, dice Erling Frederiksen de Friends of the Earth en Dinamarca (NOAH). “Estas patentes no se basan en inventos reales, sino en el abuso intencional de la ley de patentes. Por lo tanto, tienen que ser revocados.”

Estas patentes de Heineken y Carlsberg se basan en mutaciones aleatorias al genoma de la cebada; que hacen a los granos de estas supuestamente más óptimos para fabricar cerveza.

Hay una tercera patente la EP2575433 que abarca varias características propias de estas plantas de cebada creadas por el mejoramiento tradicional. Las organizaciones ya están con un plan en marcha para combatir esta nueva patente.

Pese a que la legislación europea prohíbe las patentes sobre variedades vegetales y cría/cultivo convencional, las empresas están dispuestas a dar la pela en su intento de adueñarse de la cebada como algo propio.
Esperemos que se de marcha atrás y esto no sea solo el principio y el día de mañana no podamos ni hacer pan en casa sin pagar una patente a alguna empresa.

Información sobre las patentes de las cerveceras:

– Patent EP 2373154 B1
– Patent EP 2 384 110 B1



Fuente : Ecoportal net.

lunes, 10 de abril de 2017

NI PERAS NI MANZANAS.




Economías Regionales

La producción de peras y manzanas fue la más baja de los últimos 10 años


Se cosecharon un total de 1,34 millones de toneladas durante 2016, lo que significó una baja de 17% contra 2015. Alza de costos y pérdida de mercados, entre las causas

07.03.2017  
La producción de peras y manzanas alcanzó el año pasado unas 1,34 millones de toneladas, lo que significó una baja del 16,92% en comparación con el año anterior, y constituyó la marca más baja de los últimos 10 años.
El aumento de costos internos y la pérdida de mercados externos, en favor de los principales competidores del país, como Chile, Brasil, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, se posicionaron como las principales causas, según el análisis que surge del informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), en base a datos de la Asociación Mundial de Manzanas y Peras.

Aunque no lo menciona el informe, la falta de competitividad de la industria en la zona del Alto Valle de Neuquén y Río Negro, y de los fruticultores, es una problemática que afrontan desde hace varios años. De hecho, según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) en cinco años se perdieron 4000 hectáreas de superficie plantada (se estima además que hay otras 15.000 en estado de abandono), se perdieron 2 millones de jornales, las exportaciones cayeron 36%, la producción se retrajo 42%, y se estima que el sector se descapitalizó en más de u$s 787 millones.

Según esta entidad, por ahora las gestiones de la administración Macri no dieron sus frutos. Ni la eliminación del 5% en retenciones, ni los reembolsos por puerto patagónico del 7% ayudaron a mejorar la rentabilidad de la actividad. "El aumento de los costos en dólares desde 2009 fue muy fuerte, y se suma a la caída de los precios, poniendo al sector en jaque", sintetizó CAME.
El análisis de la Undav refleja que por cada kilo de manzana el productor recibe $ 4,2 cuando el precio en góndola alcanza los $ 48, lo que significa una diferencia de 11,5 veces entre lo que percibe el fruticultor y lo que paga el público. Lo mismo sucede con las peras, que por cada kilo el productor recibe $ 3,3, al tiempo que el consumidor paga $ 31,2, es decir, 9,5 veces más.
En este contexto de baja producción, también se evidencia que las importaciones de frutas, que sumaron 4032 toneladas en 2016, "resultaron 34 veces mayores a las de 2015". A contramano, la exportación de manzanas de Río Negro pasó de 83.362 toneladas en 2015 a 66.211 el año pasado, lo que significó una caída de 18,2% interanual.

Mientras que las ventas externas de peras de Mendoza pasaron de 6064 a 3234 en el mismo periodo, con una baja de 46,7%. En valores, las exportaciones de peras y manzanas sumaron u$s 371 millones el año pasado, cifra que resultó 12,09% inferior a los u$s 422 millones ingresados en 2015 por las ventas de estas frutas al exterior.
En Río Negro, Neuquén y Mendoza existen más de 6000 productores directos, 500 galpones de almacenamiento y empaque, y alrededor de 30 compañías de elaboración de jugos, mermeladas y procesados.

Fuente: El Cronista

CADENA AVICOLA EN CRISIS.



Cadena avícola en problemas






Los aumentos de gas y electricidad jaquean esta producción. Confederaciones Rurales Argentinas alertó sobre la grave situación que atraviesan los productores integrados de pollos. "Recibieron un severo golpe a su ya diezmada economía dado por el aumento, entre otros, del precio del gas que se utiliza para calefaccionar a los pollitos, y la electricidad", advirtieron. 
"Es nuestra responsabilidad advertir a las autoridades, que deben velar para que el trabajo rural siga siendo sostenible y fuente de arraigo, que estos cimbronazos provocan el cierre de granjas con los problemas y consecuencias sociales que acarrea esta penosa situación", dijo la entidad en un comunicado. Confederaciones Rurales entiende que "debemos bregar para lograr un equilibrio entre las partes intervinientes en este trabajo muy específico y con particularidades, que generavalor agregado, divisas a nuestro país y provee un producto sano, fresco, nutritivo y económico a las mesas". 
Por ello, apuntó que el precio que reciben los productores debe contemplar esta nueva realidad económica. "La integración debe ser una alternativa viable y razonablemente equilibrada para todos los actores de la misma y no solo para un sector (los integradores) que hacen valer su posición dominante", reclamo la entidad que preside Dardo Chiesa, pidiendo la intervención del estado sobre el final de su comunicado.
Fuente Revista Chacra.

martes, 4 de abril de 2017

HAY QUE PEGARLE AL CHANCHO...



 Braun es uno de los grandes importadores de cerdo.

Durante el año pasado los productores de cerdo se quejaron en diversas oportunidades ante el Gobierno nacional por el aumento de las importaciones del producto que en la Argentina creció de manera significativa en los últimos años.

De hecho, si bien los que conocen a fondo el sector recomendaron importar no más de 15.000 toneladas, la Casa Rosada terminó el 2016 autorizando la entrada de 25.000 toneladas, casi el doble de lo aconsejado por los especialistas en la materia.
Además, por como vienen el año, se estima que en 2017 las importaciones de cerdo se duplicarán y llegarán a las 50.000 toneladas. Se trata, en rigor, de un 8% del total de la producción local que, si bien, no es un valor significativo, genera cada vez más preocupación en el sector.
En esta línea, un dato por demás polémico al que accedió LPO, es que entre los principales importadores de carne de cerdo del país figura el supermercado La Anónima, propiedad de la familia del secretario de Comercio Interior, Miguel Braun.
Así, durante el primer año de mandato de Macri, dicha firma supermercadista prácticamente se repartió las 25.000 toneladas importadas con el frigorífico brasileño BRF -que comercializa la marca Sadia- y la empresa Paladini, propiedad de la tradicional familia rosarina.
No es la primera vez que Braun aparece involucrado en un potencial conflicto de intereses que deberá resolver la Oficina Anticorrupción. En enero pasado, este medio reveló que un frigorífico vinculado al funcionario macrista fue favorecido en el reparto de la Cuota Hilton 2016/17.
Como sea, el presidente de Federación Agraria (FAA), Omar Príncipe, dijo que "abrir las importaciones sin equilibrio está dejando a miles de productores de cerdo afuera del sistema. No queremos que se cierre la importación, pero sí que se limite".
En rigor, Príncipe hace referencia al preocupante proceso de concentración que se acentuó en los últimos tiempos en el sector porcino argentino donde menos del 3% de los casi 4700 establecimientos producen casi un 50% del total de la carne local.
Fuente : La politicaonline.

lunes, 3 de abril de 2017

APICULTOR RESPONSABLE



Senasa recordó que no está permitido el uso de antibióticos en las colmenas.

En resguardo de la salud pública no se encuentran autorizados los productos veterinarios antibióticos que estaban aprobados para el tratamiento de enfermedades bacterianas como loque americana y europea.

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda a los productores apícolas que, desde el año 2016, fueron retirados del listado de productos veterinarios aprobados para uso en apicultura aquellos elaborados en base al principio activo oxitetraciclina, destinados al tratamiento de las enfermedades loque americana y loque europea.

Con el objetivo de velar por la calidad e inocuidad de la miel producida en nuestro país, el Senasa requirió a los establecimientos elaboradores de productos veterinarios información técnica relacionada con los límites máximos de residuos (LMR) de los antibióticos que los integran, así como también los respectivos períodos de carencia (período que debe transcurrir entre la última aplicación y el ingreso de miel en la colmena).

Dada la inexistencia de referencias científicas a nivel mundial que permitan determinar los LMR en miel para productos formulados a base de oxitetraciclina, los establecimientos elaboradores optaron por eliminar de los marbetes la indicación de uso en apicultura.

En nuestro país, el uso de estos antibióticos en la producción apícola se remonta a varias generaciones de productores que adoptaron en forma rutinaria la aplicación de estas sustancias. En este contexto desmesurado y de uso inadecuado, la antibioticoterapia ocupó el erróneo lugar de terapia preventiva o manejo sanitario preventivo para loque europea y loque americana.

La amplia difusión de esta práctica sanitaria incorrecta generó dos problemáticas en forma simultánea: la presencia de residuos de antibióticos en miel -situación altamente riesgosa para la salud de los consumidores- y la generación de resistencia de los agentes microbianos que se querían controlar, que a su vez propició la aplicación de dosis cada vez mayores.

En la actualidad, resabios de esta peligrosa e incorrecta práctica continúan generando, aunque con muy baja frecuencia, casos positivos de residuos de antibióticos en miel. Es por ello que urge la necesidad de advertir sobre lo innecesario que resulta el uso de antibióticos en apicultura y a la vez adecuar el sistema de trazabilidad de la miel argentina para detectar ágilmente las causas de los desvíos de calidad y corregirlos desde su origen.

Desde hace algunas décadas se demostró en nuestro país que el manejo sanitario de loque americana y loque europea puede desarrollarse sin inconvenientes mediante la aplicación de buenas prácticas sanitarias, sin recurrir a los antibióticos.

Incorporar material genético seleccionado, minimizar situaciones de estrés para la colonia de abejas, atender los aspectos nutricionales, así como también la limpieza, higiene y el recambio del material de las colmenas, son pilares fundamentales que la mayoría del sector productivo incorporó, logrando excluir los antibióticos de sus prácticas apícolas.

El Programa Nacional de Sanidad Apícola recomienda a los productores consultar periódicamente en la página del Senasa el listado de productos autorizados para uso en apicultura con el objetivo de tomar conocimiento de las modificaciones que se producen.

Ante cualquier duda, comuníquese con el Programa Nacional de Sanidad Apícola al correo electrónico apicultura@senasa.gob.ar.

PROGRAMA SIN DESPERDICIOS.




Crearon la Red Nacional para la Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos.



Contempla que todos los actores vinculados a la producción alimentaria puedan consensuar y proponer acciones de alcance nacional para trabajar en conjunto con el objetivo de reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos.
El Ministerio de Agroindustria publicó el viernes 31 de marzo en el Boletín Oficial la Resolución 9-E/2017 por la que la Secretaría de Agregado de Valor crea la Red Nacional para la Reducción de Pérdida y Desperdicios de Alimentos, en el marco del actual Programa Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos.
La Red funcionará en el ámbito de la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas de la Secretaría de Agregado de Valor de esta cartera ministerial, y estará integrada por organismos del sector público y entidades del sector privado, por la sociedad civil y las empresas que expresamente adhieran al Programa Nacional, además de aquellos que fueran convocados por la Autoridad de Aplicación en función de su vinculación con el tema.
El Programa Nacional de Reducción de Pérdida y Desperdicio de Alimentos cuenta con más de un año de trabajo, tiene el objetivo de coordinar, proponer e implementar políticas públicas, en consenso y con la participación de representantes del sector público y privado, actores de la sociedad civil, organismos internacionales, que atiendan las causas y los efectos de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Al ser un problema de alcance mundial y un fenómeno que involucra a todos los miembros de la sociedad, incluyendo a los consumidores, el abordaje requiere un trabajo multisectorial y sostenido que permita resultados a largo plazo aplicando un enfoque social, ambiental y económico.
Las pérdidas y desperdicios de alimentos en Argentina se estiman en un 12,5% de la producción agroalimentaria, algo más de 16 millones de toneladas. Como ejemplo, según este dato cada argentino estaría desechando 380 manzanas al año (100 g/unidad) ó 253 milanesas al año o 76 platos de comida por persona por año (500 g/plato).
En términos de pérdidas de alimentos, el volumen asciende a 362 kg/persona/año. Por ejemplo, 1800 naranjas medianas (200 g/unidad) o 724 paquetes de fideos (500 g/envase).
Las cifras más alarmantes se dan en el sector de frutas y hortalizas donde el porcentaje llega al 45% de pérdidas y desperdicios en relación a la producción.
En Argentina, el Ministerio de Agroindustria viene liderando la organización y las acciones dirigidas a reducir la pérdida y desperdicio de alimentos, siendo líder en América Latina, puesto que considera una prioridad construir sistemas alimentarios más eficientes, acorde con los objetivos estratégicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y muy especialmente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12, que promueve garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
Entre los objetivos de esta Red Nacional figuran:
  • Asistir en la coordinación de acciones entre los actores involucrados en la cadena agroalimentaria, a fin de lograr sistemas agroalimentarios más eficientes.
  • Difundir toda la información sobre políticas, programas y proyectos que se realicen en torno a la reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en los ámbitos local, provincial, nacional, regional e internacional.
  • Generar espacios de diálogo e intercambio de propuestas entre los diversos actores involucrados en la cadena agroalimentaria.
  • Elaborar un plan de trabajo anual, con acciones prioritarias según se considere necesario para cada sector.
  • Asistir en el análisis y evaluación de los proyectos tendientes a la reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos ya existentes, y colaborar en la formulación de propuestas de nuevas líneas de acción por sectores.
  • Comunicar los avances del Programa Nacional antes citado y proponer nuevas líneas de trabajo.