viernes, 29 de mayo de 2015

NUESTRO REY DE LA SELVA :El yaguareté regresa al Iberá. Argentina.



En el marco de su Proyecto Iberá, cuyo objetivo es la conservación de la Reserva Natural Esteros del Iberá, la fundación The Conservation Land Trust (CLT) ha resuelto trabajar para evitar la extinción de uno de los animales más bellos y emblemáticos de la Argentina. Por eso la llegada de Tobuna, la atractiva hembra yaguareté que vivía en cautiverio en el zoológico de Batán implica no sólo un primer gran paso para el programa de cría del yaguareté en su ambiente natural, sino el regreso de la especie al interior del Iberá. Ahora se espera la llegada de un macho y de otros dos animales que formarán el plantel inicial de cría en el Centro Experimental de Cría de Yaguaretés, ubicado en la isla de San Alonso, en los Esteros del Iberá, Corrientes, donde también se avanza en la recuperación de las poblaciones de oso hormiguero gigante, venados de las pampas y pecaríes de collar.

El yaguareté es el mayor felino de América. Históricamente, se distribuía por todo el centro y norte argentino, habitando selvas, montes, pastizales y bañados hasta el río Negro en la Patagonia.

Su propia belleza, codiciada por los cazadores, el temor que genera en algunas comunidades, el avance de la frontera agropecuaria, la insuficiente superficie de áreas protegidas y la competencia entre jaguar y hombre por las presas han sido algunas de las causas que llevaron a la desaparición de esta especie del Iberá, hace unos 60 años.

Actualmente sólo quedan, aproximadamente, 200 ejemplares, distribuidos en tres poblaciones separadas en las selvas montanas del Noroeste, en algún sector del gran Chaco y en la selva misionera. Y todas estas poblaciones se enfrentan al grave peligro de desaparecer completamente en las próximas décadas. Por eso el proyecto posee un sentido ético inmenso: devolver el yaguareté a su lugar y evitar la extinción definitiva de la especie.

La tarea que emprende el Proyecto Iberá pretende desarrollar las técnicas que permitan criar animales aptos para vivir en su hábitat natural y fortalece un importante recurso turístico para el Iberá, que permitirá, manejado con inteligencia y educación ambiental, transformar al yaguareté en una herramienta de desarrollo y de recuperación de valores perdidos. Es el desafío imprescindible de equilibrar nuestras necesidades con las del resto de las vidas de este planeta.

Una sociedad exitosa no puede llamar progreso a aquello que realiza a costa de su entorno. Por primera vez, una sola especie actúa para modificar el rumbo: la nuestra. De ahí que el proyecto de The Conservation Land Trust es una isla de esperanza..
Fuente: La Nación. www.lanacion.com.ar

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